Cruzcampo fue fundada
en Sevilla en 1904, por Roberto y Tomás Osborne Guezala; una de las primeras
fábricas de cerveza y malta de España, llamándose La cruz del Campo (por un templete medieval situado en las
inmediaciones de su sede en Sevilla). Actualmente Heineken compró Cruzcampo y
cuenta con cinco fábricas en España: Sevilla, Valencia, Madrid, San Sebastián y
la de Jaén.
La fábrica de Cruzcampo en Jaén, tiene capacidad para
abastecer a las provincias de Granada, Almería y Jaén y a España entera si
hablamos del formato de plástico de tinto de verano. Además se respetó la marca
Alcazar, fundada en 1928, en Jaén, pasando a formar parte del grupo Cruzcampo.
Gracias a una visita al interior de la fábrica de
Jaén, conocemos la elaboración de esta cerveza más de cerca.
Para la elaboración y obtención del característico
sabor de la cerveza Cruzcampo se lleva a cabo un proceso con cuatro fases. La primera, el malteado, no
es necesaria en esta fábrica, ya que la malta la transportan directamente de
Sevilla y Madrid.
Durante la fase de cocimiento la malta se muele y una
vez molida se mezcla con agua para solubilizar los azucares. Una vez hecho esto
se separa la parte solida (bagazo) de la parte liquida, que no es más que mosto
dulce o mosto cervecero. Este mosto se concentra en una caldera de ebullición,
donde se estabiliza y se esteriliza. Después pasa por un tanque de remolino
donde se separan las sustancias insolubles. Y para terminar esta etapa se
enfría y se lleva a cabo el proceso de fermentación.
En el proceso de fermentación se utiliza levadura, la
cual hace que los azucares del mosto se transformen en alcohol etílico y gas
carbónico. Dependiendo del tiempo que este fermentando, así será la cantidad de
alcohol que posea la cerveza: a más tiempo mayor graduación alcohólica. Después
de la fermentación llega la etapa de
maduración, en la que la cerveza pasa a una Guarda en la que reposa entre 2 y 4
semanas a temperaturas muy bajas.
Aunque la cerveza ya está casi lista para ser
consumida, aun tiene que ser filtrada para que consiga sus niveles de
carbonatación adecuados y esté totalmente limpia y transparente.
Al final de este proceso, llega el momento del
envasado. La cerveza atraviesa un tren de envasado a baja temperatura y en
condiciones muy alta de esterilización. Las botellas son llenadas, taponadas y
etiquetadas. Cuando esto ha ocurrido un inspector revisa las botellas para
eliminar las vacías o defectuosas. Por último son empaquetadas y enviadas a los
establecimientos para su consumo, siendo las cervezas comercializadas
Cruzmcampo, Amstel, Alcazar, Heineken y Shandy.
Para finalizar, debemos hablar
de las franquicias incorporadas a esta empresa. Heineken España S.A. apuesta por la creación y el
desarrollo de una hostelería moderna. Ha puesto en marcha una red de
establecimientos temáticos con seis cadenas de cervecerías, dos de ellas se
encuentran en Jaén, Cruz Banca y
Gambrinus.
Cruz Blanca es una cervecería de diseño
tradicional que recrea las antiguas tabernas castizas típicas de principios del
siglo XX, cuya oferta se basa en la mejor cerveza Cruzcampo de barril
acompañada de un tapeo exquisito.
Mientras
que Gambrinus recrea el ambiente de
la fábrica de Cruzcampo de principios de siglo XX. Encontramos antiguos carros
de reparto donde nos podemos sentar, las paredes son de ladrillo, hay barriles
de madera y calderas de cobre repartidos por el local, todo ello junto con la
cerveza Cruzcampo bien fría y una amplia variedad de tapas.
Éstas dos cervecerías se encuentran en Jaén, situadas
en el Boulevar, Gambrinus y en la
calle del Arquitecto Berges, Cruz Blanca.